Lima esconde uno de los paisajes serranos mas notables del Perú

Reserva paisajista Nor Yauyos  Cochas

Reserva paisajista Nor Yauyos Cochas

Turísmo en Lima Peru, cerca a la capital encontramos paisajes espectaculares, si enrunbamos hacia  Lunahuana, pasamos,en un suspiro,de los breves valles tropicales,de los camarones y guanábanas de Lunahuaná, a las punas más gélidas de la cordillera de Huarochirí, y nos encontramos con nuestro pasado, simbolizado por el nevado Pariacaca, el Apu más importante del Chinchaysuyo incaico. Sus deshielos alimentan cinco ríos: Cañete, Mantaro, Mala, Lurín y el Rímac. Era el sitio más trascendente de la vía (el Qhapac Ñan) que unía Jauja y Cusco con el santuario de Pachacámac, los peregrinos transitaban por un camino (llamado Escalerayoc, que felizmente todavía se mantiene en buen estado) totalmente empedrado  y tan  ancho como para permitir el paso de un auto, y hacían una solemne parada para hacerle ofrendas y orar de rodillas ante  esta importante deidad. Hasta el día de hoy, se observa las perturbables hileras de piedras armadas por los locales, siempre en dirección al Pariacaca en señal de respeto.

Apu Pariacaca

Apu Pariacaca

Turismo en Lima Perú: El corazón de la reserva Paisajista

En el 2001 se crea la Reserva Paisajística Nor Yauyo, Cochas  (221 mil hectáreas compartidas entre Junín y Lima), para que los viajeros tomaran conciencia de que en la sierra limeña se ubican una serie de pueblos históricos en el centro de uno de los más sobrecogedores paisajes del Perú.

Entre los 17 Kilometrso que separan los pueblos de Huancaya y Vilca, encontramos puentes coloniales, bosques de queñuales, una asombrosa cantidad de patos y laguna de colores azules, esmeraldas o turquesas que se conectan unas a otras a través de cascadas escalonadas.  Por esta zona la trucha abunda pero también se pueden deleitar con platos locales como el yacu chupe, un caldo de papa, huevos y leche al que se le agrega siete hierbas (muña, paico, yerbabuena, perejil, cilantro, ruda y huacatay).

Desde Vilca se puede acceder a la laguna Papacocha, con sus altivos y dorados juncos y sus susurrantes caídas de agua, desde Huancaya uno se puede dirigir en una hora hasta la comunidad de Miraflores. De ahí, puede caminar en pos del pueblo fantasma de Huaquis, que figura en un mapa que Diego Dávila Briceño presentara a la corona española en 1568. En el trayecto se ve extraordinarios escenarios que tiene como fondo a un encañonado río Cañete. Finalmente, en la cima de una colina aparece, a pesar de los años de abandono, un altivo templo cristiano y muchas casitas alrededor.

Todo es de piedra, todo está en ruinas y todo es impecable. No te deja una sensación de desolación, sino de misterio irresuelto. Los más audaces se desvían de la carretera para conocer dos pueblitos que comparten una monumental obra propio de los antiguos peruanos. Tanto Carania como Laraos poseen dos de las andenerías más soberbias del Perú, solo comparables a las del Colca y el Cusco. En Carania, además se puede visitar el notable complejo arqueológico de Huamanmarca,  que se llega por un camino prehispánico. Mientras que Laracos es un dédalo de impredecibles callecitas que pueden arribar a una plaza o  algún lugar sin salida. A los pies del pueblo se estira una laguna circular. Es común observar mujeres con hermosas mantas adornadas con prendedores de plata.

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Complejo arqueológico de Huamanmarca

El otro lado de Yauyos
Aun contando con las evidentes bondades paisajísticas y culturales, reseñada en los párrafos anteriores, Yauyos es mucho más , y es que posee un lado oculto, solo hallado por osados viajeros, que compite en belleza con la Cordillera Blanca, por la majestuosidad de sus montañas y la extrema belleza de sus innumerables lagunas.

Una de estas rutas, tal vez la más codiciada, es la que va por el camino inca de Escalerayoc hasta llegar a las faldas del
Pariacaca. Pero para este Trek es recomendable coger la Carretera Central, pasar La Oroya y tomar la pista que va a Huancayo, desviarse en el kilómetro 218 y cruzar el puente sobre el río Mantaro que lleva a Pachacayo (sede principal de la SAIS Túpac Amaru),  ydespués  a Cochas. Ha 9.5 kilometros de este poblado hay un puente que empalma con el camino inca que proviene de Jauja. Allí se inicia la caminata que dura entre 3 o 4 días, y es particularmente hermosa. Se disfruta del panorama de centelleantes lagunas como Acoccocha, Carhuacocha, Culibrayoc y especialmente Mullucocha. Este espejo de agua, con una isla en su centro, es uno de los tramos más espectaculares del camino, pues allí se inician las centenas de escalones que caracterizan a Escalerayoc. La vista de las dos cumbres del Pariacaca (5.724m y 5.571 m) es de ensueño, así como del resto de picos de la cordillera, como el imponente Tunsho (5.730 m). Un punto de visita obligatoria son las pinturas murales de Cuchimachay, realizadas bajo enormes refugios rocosos. Figuran muchos dibujos de manadas de camélidos de color ocre y algunas imágenes tienen hasta un metro de largo. Para algunos Cuchimachay es como la catedral del Pariacaca, y sin duda en su interior se respira un aire sagrado.

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Mítica Laguna Mullococha

Otra ruta menos conocida, pero igual de sorprendente, es la que une Ayavirí, en el valle de Mala, con Miraflores, en
el valle deYauyos, tras cuatro días en los que se recorre 42 kilómetros y cuyo atractivo principal es la laguna Huascacocha, flanqueada por los majestuosos nevados Ticlla (5.897 m) y Llongote (5.780 m)

 Tanta
No hay duda de que Tanta se convertirá, cuando abramos los ojos, en un sitio clave para iniciar expediciones a sus mágicos alrededores. Claro que nadie pensaba en esto cuando en 1901 los viajeros que recorrían el antiguo camino inca,
establecieron un poblado al que pusieron Tanta, pues allí conseguían pan traído desde Jauja. Tanta significa “pan común” en quechua, razón por la que Gastón Acurio nombró así a una de sus marcas. A 4.200 m.s.n.m. la vida parece un milagro y ciertamente lo es. Sobre todo por el temperamento jovial y tenazde los pobladores. A pesar de haber soportado
más de cien años de soledad, este distrito lejano de la provincia de Yauyos está dispuesto a compartir su tradicional
actividad ganadera con el quehacer vinculado al turismo de alta montaña. Cada vez aparecen más extraños, mochilas al hombro, por sus callecitas, preguntando por comida o por un techo donde c0bijarse.Y es que en Tanta no solo nace el río Cañete, y la vida prolifera en sus pastizales salpicados de llamas y alpacas, sino que ella cuenta con 33 lagunas de increíbles colores y formas, que albergan desde patos hasta flamencos, y todo esto bajo los más espléndidos
nevados de la Cordillera de Huarochirí. En suma, en las profundidades de Yauyos existe una perfecta comunión entre los pueblos diseñados por el hombre y el soberbio paisaje del atardecer, los cóndores en vuelo y las nubes suspendidas en el cielo. En la serenidad del conmovedor silencio parece acatarse un pacto de no agresión, de mutuo respeto entre el hombre y la naturaleza.

¿Cómo Llegar?

Hay dos opciones
-Vía Catiete y Lunahuaná. Son 310 km hasta Huancayo (293 están asfaltados).
– Por la Carretera Central hasta La Oroya (1 75 km), luego recorrer43 km hasta el pueblo de Pachacayo. De allí un camino afirmado conduce a Huancaya o Tanta según su plan de viaje.

 

Bibliografia: Revista Vamos

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